Mientras el castigado esté afuera. El director del juego va pasando por los distintos
puestos y cada jugador dice lo que le parece como razón para que vaya al banquillo el
acusado, por ejemplo: "por inteligente", "por bruto", "por bella", "por los ojos verdes",
"por los zapatos rotos". Entra el acusado, se sienta en el centro y pregunta: "¿Por qué
estoy en el banquillo" El director del juego dice algunas de las cosas que le dijeron y el
acusado debe adivinar quién lo dijo.