La planeación didáctica como tal nos acerca a un conocimiento concreto de nuestro entorno educativo como docentes, nos permite mirar nuestras metas no como un todo inalcanzable sino como una serie de pequeños objetivos que nos llevarán por la ruta trazada hacia el fin de lo propuesto.
Dependiendo de la visión particular de cada educador se planteará en ésta el porqué del PEA (Proceso Enseñanza-Aprendizaje) y el porqué
la planeación didáctica no puede ser de interpretación general, mas bien debe enfocarse en el caso particular de cada estudiante partiendo desde el primer diagnóstico y el cúmulo de conocimientos previos.
El profesorado deberá ser un perfecto gestionador de la secuencia que se ha de concatenar día con día hasta unir la meta con el principio de la labor docente yendo del principio al fin en la serie de sucesos que se proponen a través de la planeación didáctica.
El Alumnado deberá verse como un ser absorvente de contenidos y experiencias innovadoras que le motiven a preferir la revolución conceptual que el platillo prediseñado de contenidos secos e insensibles para involucrarse en un nuevo universo de cifras y palabras que le resulten familiares y amigables.